Bienvenidos a la segunda entrega de nuestra sección
enfocada a la Tabacocultura llamada La Barra de
Tabacófilos para
La Guía del Cantinero, facemagazine de la cultura Cocktelera en Colombia. Hoy iniciaremos una serie de reseñas sobre como el Noble Arte de Fumar en Pipa ha sido un
legado que nos han transmitido nuestras culturas ancestrales en diferentes latitudes
del mundo y que se ha logrado perpetuar hasta nuestros días. Pero más allá de
hacer un breve viaje por ello, nos enfocaremos en el ejercicio de fumar tabaco
en pipa, su simbología para estas etnias y como hacía y/o aún hace un maridaje
perfecto con las bebidas fermentadas tradicionales a propósito de los ritos de
estas culturas aborígenes.
Iniciaremos entonces con señalar
que el ejercicio de fumar, (aspirar los aromas de hojas secas, pétalos,
cortezas, hongos deshidratados, entre otras, por medio de su ignición) es casi
tan antiguo como la humanidad, y es inherente al desarrollo evolutivo de la
misma desde el preciso instante que pudimos dominar el fuego como elemento
natural y místico. El fuego es para los seres humanos, según el Diccionario Semiótico
de Levit y Rosenberg, el mejor símbolo de unión entre nosotros; lo cual se circunscribe
a la época cavernaria en el que una hoguera era el lugar de confluencia de las
hordas, donde el ejercicio creativo rupestre y narrativo tenía su lugar. Allí,
en ese templo sagrado, piedra primigenia del “hogar”, es donde toma sentido el realizar
ofrendas a las divinidades, que van desde sacrificios de humanos, animales,
bebidas fermentadas y la quema de cualquier elemento que aromatizara el
ambiente, dándole ese toque único y conmemorativo a sus ceremonias, con el fin
de dar gracias por ser los únicos seres que podemos crear el fuego, controlarlo
y extinguirlo.
Ilustración 1: Primeras pipas para fumar de las que se tiene
registro en la región de Namibia (África)
Es obvio que nuestros sentidos
son la ventana de nuestro soma al mundo exterior, con los cuales exploramos y
experimentamos vivencias que se transforman en el conocimiento que aprehendemos
y transmitimos a nuestros pares por medio de nuestras propias invenciones y, es
por ello que el fumar y el beber cobran un gran sentido en conformación de
creencias culturales. Todas las civilizaciones alrededor del mundo, gracias al
fuego, lograron crear recipientes a base de la tierra (Arcilla + Fuego = Cerámica)
en los cuales almacenaban los productos que recolectaban (nómadas) y posteriormente
cultivaban (sedentarios); y la simpleza de este hecho fue la que facilitó la
creación de bebidas fermentadas, que por su efecto, terminaron siendo un portal
hacia las visiones oníricas: el palpar el mundo de los Dioses. Así encontramos
desde el Sura egipcia, que data del año 3000 A.d.C. (sin que sea la más antigua
bebida fermentada) combinado con inciensos que quemaban los sacerdores, pasando
por la hidromiel de los nórdicos con la incineración de cortezas por druidas,
incluso una bebida a base de arroz en China que, según historiadores, data de
7000 A.d.C que combinaban con la fuma de opio. Muchas de estas bebidas fueron
utilizadas como herramientas esenciales a la hora de la ritualidad de estas
civilizaciones antiguas. En América, contamos con el maíz como materia prima
fundamental, y las frutas, para la elaboración de chicha que combinamos con
tabaco. Con seguridad podremos encontrar una infinidad de ejemplos, pero, en lo
que quiero hacer especial énfasis es que estas bebidas no eran usadas de manera
soslayada, sino que tenían un propósito, el mismo que compartían con los materiales
usados en las quemas: Toman un carácter SAGRADO.
Ilustración 2: Aborigenes bosquimanos en el desierto de Namibia, África.
En Colombia, por ejemplo, los indígenas
Siona, como muchas otras étnias precolombinas sobrevivientes a la
trasculturización, usan para sus rituales bebidas fermentadas, en este caso a
base Yagé o Ayahuasca junto al tabaco silvestre, en forma de ambil (pasta de
tabaco, semillas de cacao sabanero, cáscara de plátano y semillas de yoco),
pasta de coca y la fuma de tabaco, ya sea en cigarros para los invitados y en
pipa comunitaria para los miembros más importantes en el rito. Cada uno de estos
elementos, en sus diferentes formas, tiene su protagonismo en la ceremonia, un
significado, un sentido y un propósito, pero, todas en común, son dadoras de
conocimiento, ya que facilitan la conexión comunicacional con los Espíritus,
con la Divinidad.
Para los ancestros de todas las
culturas, la práctica de beber y fumar son intrínsecos, son una sola, y como
canal mensajero divino, tenía y aún hoy tiene una particularidad: ejercer como
herramientas elementales para meditar, sanar o celebrar.
En nuestra próxima entrega de
nuestra sección #LabarradeTABACÓFILOS, quiero invitarles a explorar con mayor
profundidad el simbolismo y el significado para las culturas indoamericanas el
fumar, así que no dejen de seguirnos.
“Tabacocultura para
una inmensa minoría de sibaritas epicureos”.
Fuente:
@Andrés Becerra Millán
Tobacco Sommelier en @Tabacófilos
Presidente y Fundador del Colombia Pipa & Puro Club – CPPC
Miembro de la Federación Latinoamericana de Pipa Clubs
Editor de Tabacocultura para La Guía del Cantinero
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“En ningún lugar del mundo se encuentra tal sentimiento de hermandad y
confianza como el que se experimenta junto a los fumadores de pipa”. "Los
resultados y meritos del tabaco", 1844, Dr. Barnstein
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"El éxito consiste en vencer el temor al fracaso"
Charles Augustin Sainté-Beuve