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martes, 13 de diciembre de 2016

La Barra de TABACÓFILOS: La prehistoria de la pipa... breve recuento.

Una vez más, bienvenidos a nuestra sección La Barra de TABACÓFILOS de La Guía del Cantinero enfocada a la Tabacocultura, patrocinada por TABACÓFILOS y el Colombia Pipa & Puro Club. En nuestra más reciente entrega relacionada con la génesis del ejercicio del fumar en ritos de tribus ancestrales y su relación con las bebidas fermentadas, les anunciamos que el presente artículo tendría como tema central el simbolismo y el significado del fumar para las culturas indoamericanas; sin embargo, antes de tocar este tema (que desarrollaremos en la siguiente entrega) queremos hacer un breve recuento por la prehistoria del uso de la pipa.

Como ya lo hemos mencionado, el ejercicio de fumar es inherente al desarrollo de la humanidad misma. Para poder ejemplificarlo, citaremos algunos casos que evidencian la anterior afirmación. Giorgio Savinelli (Savinelli, 1997), importante artesano del mundo piperil y fundador de una de las más prestigiosas marcas de pipas de brezo que lleva su apellido,  asegura en su libro El arte y el placer de fumar en pipa que los Mangú, tribu radicada prehistóricamente en territorio congolés, perforaban un meollo de hojas de plátano, creando una rudimentaria cazoleta de pipa en el que introducían hojas para ser incineradas y aspirar su humo, por su lado apuesto (a manera de pipas verticales como las que usan los monjes Hinduistas para fumar Hash). Tribus ancestrales como Bechuana y los Kirgeeze también eran fumadores, y usaban para sus diferentes rituales una especie de tabaco primitivo y silvestre, mezclado con otras hierbas más aromáticas, algunas de ellas con efecto onírico, para ciertos rituales.


La humanidad, después de fumar en materiales igualmente incinerables como las calabazas, pasó a explorar, con ayuda del fuego, a la creación de pipas a base de cerámica (barro +agua + fuego: cerámica), muchas de las cuales, por ser un instrumento sacro en las diferentes culturas, eran elaboradas desde lo más simple y sencillo dentro de la usabilidad, hasta recrear figuras zoomórficas y antropomórficas, como una manera de representar su entorno, los seres que les circundaban, al igual que su cotidianidad, o incluso como ofrenda, de invocación y contacto directo con los espíritus de su creencia. Encontramos algunas con mayor elaboración, como las decoradas, cuyo uso se vincula a la ritualidad ceremonial. Las formas que se desarrollan hacen parte del desarrollo creativo e investigativo de quienes artesanalmente las elaboran, como un ejercicio de ensayo y error, en búsqueda de una fumada que fuese agradable, cómoda y fría,  para quien la ejecutase.

Pipa de calabaza fumada por aboríguen africana
Título: Smoking by Lars - Gunnar Svard
Colección de imágenes de pipas africanas elaboradas en barro cocido y piedra tallada.
Fuente: Google, para propósito ilustrativo

Colección de imágenes de pipas africanas elaboradas en barro cocido y otras en metal de la edad de bronce.
Fuente: Google, para propósito ilustrativo
Los primeros registros escritos sobre el ejercicio de fumar en pipas, según William Hone, autor del texto The table book (Hone, 1827), provienen de importantes geógrafos de la antigua Grecia como Heródoto, Strabo, Pomponio Mella y Solinus, quienes describieron algunas tribus del norte de Europa usando pequeños utensilios huecos en forma de tubo para fumar diferentes tipos de cortezas y flores secas. El mismo texto referencia que la representación más antigua del ejercicio del fumar en pipa fue encontrada en el siglo XIX en un cilindro asirio que data del Siglo VII a. d. C., en el que se haya un grabado de un gobernante que inhala humo de un hornillo cilíndrico a través de un tubo. Las pipas elaboradas en aquel entonces también eran a base de cerámica, pero poco a poco se fue perfeccionando su fabricación gracias a la investigación paulatina, pero lenta, de materiales resistentes y que permitieran un embellecimiento de mayor status, desde maderas talladas, piedras, metales fundidos, entre otros. Gracias a esa rudimentaria y artesanal investigación es que se descubre uno de los materiales de mayor uso por la civilización del valle del Tigris y el Éufrates, proveniente de la Península de Anatolia para la elaboración de pipas: La espuma de mar. Este material, aunque sumamente delicado, permite ser esculpido para crear grandiosas obras de arte y, por su maravillosa maleabilidad se convirtió, como lo desarrollaremos en un futuro artículo, en el material predilecto por Austrohúngaros y Germanos entre 1600 a 1850 aproximadamente.

Los primeros registros escritos sobre el ejercicio de fumar en pipas, según William Hone, autor del texto The table book (Hone, 1827), provienen de importantes geógrafos de la antigua Grecia como Heródoto, Strabo, Pomponio Mella y Solinus, quienes describieron algunas tribus del norte de Europa usando pequeños utensilios huecos en forma de tubo para fumar diferentes tipos de cortezas y flores secas. El mismo texto referencia que la representación más antigua del ejercicio del fumar en pipa fue encontrada en el siglo XIX en un cilindro asirio que data del Siglo VII a. d. C., en el que se haya un grabado de un gobernante que inhala humo de un hornillo cilíndrico a través de un tubo. Las pipas elaboradas en aquel entonces también eran a base de cerámica, pero poco a poco se fue perfeccionando su fabricación gracias a la investigación paulatina, pero lenta, de materiales resistentes y que permitieran un embellecimiento de mayor status, desde maderas talladas, piedras, metales fundidos, entre otros. Gracias a esa rudimentaria y artesanal investigación es que se descubre uno de los materiales de mayor uso por la civilización del valle del Tigris y el Éufrates, proveniente de la Península de Anatolia para la elaboración de pipas: La espuma de mar. Este material, aunque sumamente delicado, permite ser esculpido para crear grandiosas obras de arte y, por su maravillosa maleabilidad se convirtió, como lo desarrollaremos en un futuro artículo, en el material predilecto por Austrohúngaros y Germanos entre 1600 a 1850 aproximadamente.

Colección de imágenes de pipas euroasiáticas elaboradas en barro cocido y otras en metal de la edad de bronce.
Fuente: Google, para propósito ilustrativo
Existen algunas hipótesis que ubican también al tabaco en China, antes del descubrimiento de América, debido a que la posible trashumancia de hordas por el Estrecho de Bering pudo facilitar algún tipo de comercio o truque entre comunidades de amerindias de la Tundra y las comunidades asiáticas premongolesas; sin embargo, no se ha logrado constatar con precisión al respecto dicha teoría. De lo que si hay certeza es del uso de pipas para fumar distintas sustancias oníricas como el opio. Los Tchukchis, según el libro El arte de fumar en pipa, del español Joaquín Verdaguer (Verdager, 1980), habitantes del noreste de Asia, fueron los encargados de transmitir el hábito de pipar. Ese arte lo enseñaron a los esquimales, quienes, a su vez, lo difundieron a los indios de norteamérica.  A partir de ese momento, la costumbre se expandió por el resto del continente americano. Esta afirmaciones no han podido ser comprobadas del todo por antropólogos y sociólogos; sin embargo, es probable que los indoamericanos, aunque ya fumadores de pipa, hayan probado el opio en aquel entonces.


Colección de imágenes de pipas euroasiáticas elaboradas en  Espuma de Mar, Sepiolita o Meerschaum.
Fuente: Google, para propósito ilustrativo
Otro importante historiador y antropólogo, Johanes Wilbert (Wilbert, 1993), dice que el ejercicio fumar en pipa sobrepasa las fechas anteriores, llegando a los 3000 años a. d. C, pues hay registros y elementos para pipar que datan de esta época pertenecientes a la cultura Olmeca, del sur de México y norte de Guatemala. Para esta civilización previa a los Mayas y Aztecas, el tabaco y la pipa tenían un sentido de hilo comunicativo entre ellos y la madre tierra, construyendo en sus rituales formas de lenguajes más allá de los verbales. 

Huehuetéotl, el dios viejo del fuego, padre y soberano de los hombres, es una de las deidades más antiguas de las culturas mesoamericanas.

Es evidente que el hombre americano fumaba tabaco desde mucho tiempo antes del descubrimiento de Colón, encontrándose 2 tipos de especies de la planta para su hábito de pipar, siendo una la Nicotiana Rústica, de uso en América del Norte, con un alto contenido nicotínico y que por su característica de amargura, era mezclada con otras hierbas, cortezas y pétalos; y la otra variedad era la Nicotiana Tabacum, de uso en Centroamérica y Suramérica. Las primeras pipas amerindias, al igual que las africanas, contemplan diferentes materiales que involucran desde las calabazas o sapayos, pasando por la cerámica, hasta llegar a la talla de piedra, madera y huesos, para luego iniciarse el proceso de forja con metales. Uno de los hilos conductores que unen a las diferentes culturas de toda América es el uso del tabaco como planta sagrada y, más aún, si su fuma está vinculada a la pipa, por su carácter trascendental, a diferencia de los atados o cigarros, relacionada 
de manera estrecha a tres ejercicios fundamentales: el ritual comunitario, el medicinal y el meditativo. 

Pipas Norte americanas de los Lakotas, elaboradas con Pipe stone


Pipas Norte americanas de los Lakotas, elaboradas con cuerno, hueso, metal y pipe stone, en su orden
Pipas precolombinas de América del Sur de diferentes étnias.


Particularmente en Colombia podemos encontrar culturas indígenas ancestrales que afortunadamente aún hoy han sobrevivido a la trasculturización a la que se han visto sometidos por la invasión de nosotros los occidentales, pero lamentablemente la conservación total de sus ritos ceremoniales, shamánicos e introspectivos personales es un ideal, imposible de lograr. Entre estas culturas encontramos a los chibcha del altiplano, los Sioná de Putumayo, los Barí de la Serranía del Perijá y algunas otras étnias, y los  destacan particularmente la elaboración de pipas en piedra, cerámica y madera tallada.

Pipa de  la Comunidad Indígena Barí, de la Serranía del Perijá.
Fuente: Museo de Antropología de Colombia.

Pipa de  la Comunidad Indígena Yuko o Yukpa, en el Depto del Cesar..
Fuente: Museo de Antropología de Colombia.

Pipa de  la Comunidad Indígena Yuko o Yukpa, en el Depto del Cesar..
Fuente: Museo de Antropología de Colombia.

Pipa de  la Comunidad Indígena Yuko o Yukpa, en el Depto del Cesar..
Fuente: Museo de Antropología de Colombia.

En nuestra próxima entrega de nuestra sección #LabarradeTABACÓFILOS, y siguiendo el hilo de nuestro tema, conoceremos cual es la percepción ancestral indoamericana de tabaco y veremos como contrasta con la desdibujada imagen occidental de la sociedad actual. 

“Tabacocultura para una inmensa minoría de sibaritas epicureos”.

Fuente: Editor de La Guía del Cantinero
@Andrés Becerra Millán
Tobacco Sommelier en @Tabacófilos
Presidente y Fundador del Colombia Pipa & Puro Club – CPPC
Miembro de la Federación Latinoamericana de Pipa Clubs
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“En ningún lugar del mundo se encuentra tal sentimiento de hermandad y confianza como el que se experimenta junto a los fumadores de pipa”. "Los resultados y meritos del tabaco", 1844, Dr. Barnstein
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"El éxito consiste en vencer el temor al fracaso"
Charles Augustin Sainté-Beuve


Trabajos citados


Hone, w. (1827). The table book. Londres: Hunt & Clarke.
Savinelli, G. (1997). El arte y placer de fumar en pipa. Barcelona: Noguer y Caralt.
Verdager, J. (1980). El arte de fumar en pipa. Palma de Mayorca: MOl.
Wilbert, J. (1993). Tobacco and Shamanism in South America. New Haven: Yale University Press.